Resultado: Arroyo ´A´- 1 / Móstoles Sur ´A´- 0
Se acabó. Veintidos partidos después, un montón de ellos ganados, otros pocos no, frío, calor, sonrisas, lágrimas... se acabó. La temporada de Liga ha concluido, y lo ha hecho con una derrota, pero eso es lo de menos. Seguro que con el paso del tiempo, recordaremos estos meses con una mueca de alegría en nuestro interior. Hemos observado la evolución de nuestros hijos, pero sobre todo, casi siempre les hemos visto felices. Es lo que cuenta.
Salva, como se observa en la foto, llegó a tiempo para ayudar a Melendi en la última lucha. Iba a ser la del protagonismo de los artistas que menos minutos han jugado durante la temporada. Diego como siempre se encargaría de defender los tres palos, ayudado atrás por Javi en la izquierda y Alberto en la derecha y con José por delante de ambos. La tripleta de ataque la formarían, Juan en la diestra, Santi en la banda opuesta y Luisete como futbolista en punta.
Con el sol golpeando en lo alto, y jugando en el campo más grande en dimensiones de El Naranjo, los nuestros no encontraron de inicio su sitio. Sin llegar a asediar nuestra portería, sus acercamientos al área eran una constante durante los primeros minutos. Alberto contenía con solvencia los empellones del Arroyo, ayudado con el coraje de un Javi que por fin disfrutó de un partido completo. Poco juego se creaba con un Jose desubicado en mi opinión, que hizo un buen trabajo, pero él está destinado a poner la pelotita en la red, no a manejar al equipo, al menos de momento.
Juan y Santi lo intentaban por sus respectivas bandas, pero a Luis no le llegaban balones claros que rematar. A poco de finalizar los primeros quince minutos, Diego, con una estupenda salida a los pies de un rival, evitó hasta en dos ocasiones que nos marchásemos al descanso en desventaja.
Poco o nada cambió en la segunda mitad. Ni con los mismos protagonistas, ni con los cambios posteriores. En un saque de esquina botado a favor, resulta que nos pescaron a la contra. Dejar como cierre a nuestro chaval menos veloz, pasó factura. Con 1-0 en contra entraron las prisas, que ya se sabe que no son buenas consejeras. La ocasión más clara estuvo en botas de Ismael, aunque como nos sucede en ocasiones, lamentamos que no la aprovechara por estrellarla contra el muñeco.
No dio tiempo para mucho más. Algunos como Alberto, se fueron enfadados porque el árbitro no le dejó poner el último centro al corazón del área. Buena señal que les escueza perder aunque no hubiese nada importante en juego. Aún quedan los torneos, amistosos y demás. El fútbol todavía no ha acabado, para alegría de algunos entre los que me encuentro y pesadilla de otros, saturados con tanto partido ¿verdad Pablo?
Lo peor: Que David se perdiese el último partido por gastroneteritis. Durante toda la semana el pobre ha estado malo. Recupérate pronto, que te esperamos el lunes para entrenar.
La anécdota: ¿Se puede jugar con un balón más feo? Mejor no tentemos a la suerte...