martes, 19 de diciembre de 2017

Liga 2017/18, jornada 8: Disgusto pre-navideño

Me resulta complicado y perezoso abordar esta crónica. Algo así como resultó un partido que no entraba en los planes como que se podía tropezar, pero el traspiés fue morrocotudo. Una derrota que escuece y mucho. Se escaparon tres puntos de oro ante un rival que aprovechó a la perfección nuestras debilidades. Entre bajas, lesiones en mitad del encuentro y apatía generalizada, nos metimos en un problema que puede tener consecuencias nefastas en el futuro. Una lástima, pues la dinámica estaba siendo muy positiva y esta derrota fue un mazazo por inesperada.


Nos tocaba otro desplazamiento hasta Getafe. 16 convocados, los justos, pues no había más. Pero ni las notables ausencias eran excusa para no ganar. Así que con confianza nos íbamos a enfrentar a un rival que transitaba en la zona media. Precisamente eso hubo, confianza, pero demasiada.


El partido se resume fácil: nos ganaron por intensidad, o porque le echaron más cojones si queremos ser más explicitos y contundentes. Parecían tenernos estudiados... a quien encimar y a quien dejar más libertad. Además, su juego casi al límite, permitido por el imberbe colegiado, les vino de perlas. En apenas diez minutos ya iban 2-0 en el marcador, y de forma muy justa además. Los fallos atrás en ambos goles evidenciaban la relajación general. No era la primera vez que tocaba remontar, pero las sensaciones sobre el césped eran alarmantes.


Ni siquiera la rápida reacción de cara a recortar distancias, inspiraba a cambiar de idea. Marcos, uno de los pocos que estuvieron a la altura los setenta minutos, anotaba desde la frontal del área para mantener la esperanza. Pero al contrario de lo que pasó y cómo acabó la primera parte contra el URJC, ni por asomo el pálpito de poder voltear el resultado era el de aquel encuentro. Justo antes del descanso, un Kike sometido a un marcaje férreo, anduvo cerca de igualar la contienda, pero su disparo esquinado tras driblar al portero, se topó con la base del palo en su cara externa.


Había que creer en la remontada, con 2-1 era posible, pero también hay que decir que hay feligreses que no derrochan tanta fe. Visto lo visto era complicado. Y más que lo iba a ser si nada más empezar te cascan el tercero. La cosa estaba en chino. Sí al adverso resultado le sumamos que, primero Boliche, luego Vega, después Ale y por último Kike se iban a ir retirando una tras uno lesionados, apaga y vámonos. Lo del circo y los enanos.


Una cosa buena en el haber de Los Artistas es que no dejaron de luchar en ningún momento. Está claro que no fue su mañana, pero con más intención que juego, al menos lo intentaron. En los últimos compases, un chirlazo de Edu por toda la escuadra de falta directa insufló algo de ánimo a los chicos, que intentaron sin éxito dar la vuelta a un partido que parecía tener escrito su destino desde un principio.


Volcados hasta con cinco hombres arriba, incluido Gabriel que hizo un derroche descomunal, se intentaba salvar al menos un punto, pero en una pérdida, con el equipo descolocado y agotado, se acabaría recibiendo la puntilla en forma de cuarto y definitivo tanto.


El desconsuelo fue notable tras acabar el choque. Apenas tres o cuatro chavales fueron los únicos capaces de contener las lágrimas del disgusto. Siempre se dice que se aprende más cuando vienen mal dadas que de las situaciones idílicas, así suele suceder. Ahora el ascenso se ha complicado, mucho diría yo pese a estar sólo en la jornada ocho, pero no hay mejor equipo que el nuestro, lo digo porque firmemente lo creo. Como siempre, la respuesta está en el trabajo y en el esfuerzo diario. Si queréis chicos, está en vuestras manos, o mejor dicho, en vuestras botas. 2018 tiene que venir cargado del premio que merecéis y que tantas ganas tenemos de celebrar con vosotros. ¡Animo!


martes, 5 de diciembre de 2017

Promesas que no valen nada

Rescato el título de una canción del estupendo grupo gallego Los Piratas, para denunciar desde este pequeño blog, la falta de seriedad y el incumplimiento adquirido del ayuntamiento mostoleño con medio millar de chavales. Porque no es sólo perjudicar a un club humilde como el Móstoles C.F., es mucho más serio que eso, significa darle una bofetada al deporte en general en una de las localidades más grandes de toda España.


Conste que este palo no es unicamente para los que ahora ocupan el consistorio, también es para aquellos que hace años dejaron bajo el peso de los votos el ayuntamiento. Las actividades deportivas en Móstoles son simplemente vergonzosas. Y no precisamente por la inacción de clubes y personas humildes que intentan que la chavalería no quede alienada por videojuegos o actividades poco edificantes para la salud, sino por la lamentable oferta que desde hace lustros se brinda a una población que supera los 200.000 habitantes.


El ejemplo de no renovar por completo el infame césped de un campo de fútbol, que algún día contemplará la grave lesión de alguno que lo sufre, contrasta con las modernas instalaciones que a tan sólo cien metros pueden gozar quien las pague, porque para la apertura de la parte privada del pabellón Andrés Torrejón, faltó tiempo. Eso sí deja en impuestos un buen dinero en las arcas del ayuntamiento, mientras que el esqueleto del pabellón sigue muerto de la risa esperando una apertura que se dilata ya un lustro. 7000 localidades fantasma para ningún proyecto deportivo profesional. Ay de aquel maravilloso Móstoles de fútbol sala, que desapareció por una nefasta gestión cuando llegó a ser subcampeón de Copa y se codeaba con los grandes.


Pero vamos a lo que vamos. Don David Lucas y sr. concejal de Deportes... ¡Arreglen el maldito césped de una vez! Cumplan lo que cacaréan. Por dignidad y porque, qué demonios, para eso les votaron. Inviertan en deporte, será bueno para todos, y aunque no lo crean, hasta bien para ustedes.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Amistoso, goles y fotos

En la mañana más gélida del año, se disputó un partido amistoso para no perder el ritmo de competición. El resultado fue lo de menos. De lo sucedido en el polideportivo de Estoril nos quedamos con el buen momento que pasaron los chavales, y los que no lo son tanto. Hay van unas cuantas fotos para el recuerdo.

Los protagonistas

El trío calavera... más frío que vergüenza 

El primer entrenador, aunque fuese por un día

Fue el estreno de los nombres en las camisetas

Descubrimos que Aitor vale hasta como cierre...

... y al rebautizado como Gato de Fuensalida

Le ha cogido el gustillo, Hat-trick para Vélez

2€ le costó a Sergio porque... ¡Marcó con la zurda!

Hasta Dani se unió a la fiesta

Aarón no marcó, pero también disfrutó del partido

Hubo tiempo hasta para malabares

La sonrisa de Alberto como ejemplo de la de todos

En definitiva, lo pasaron muy bien los doce



domingo, 26 de noviembre de 2017

Liga 2017/18, jornada 7: Green saturday

Hacía semanas que este partido estaba marcado en rojo en el calendario. La importancia de este tipo de enfrentamientos, con rivales directos, son fundamentales. Al final resultó ser un sábado de verde esperanza, como se titula está crónica, en contraposición al bombardéo continuo del black friday que hemos tenido esta semana. En todo este batiburrillo de colores, resaltó el del azul del infantil ´A´ del Móstoles C.F., que pese a portar equipación bermeja por obligación, impuso el sentimiento y el corazón añil que late dentro de todos los que ayer demostraron ser un verdadero Equipo con mayúsculas.


Apenas unos centenares de metros de desplazamiento hubo que hacer para enfrentarnos a nuestro vecino. Buenos recuerdos de un campo que no hace mucho fue el nuestro. Vieja pero sana rivalidad ante un conjunto al que sólo aventajábamos en tres puntos. Dieciséis gladiadores sobre el césped para darlo todo, y un puñado fuera para animar a sus compañeros. No podíamos fallar.


¡Qué enchufados salimos de inicio! Sin ningún género de dudas, se hicieron rotundamente los mejores minutos de todo el curso. Presión, velocidad, anticipación, compromiso colectivo... y así un montón de cosas positivas. Todas las que se quieran destacar, salvo acierto de cara a portería. Las tuvimos de todas las clases y maneras para habernos puesto, sin exagerar, con un 0-4. En el primer minuto un tiro cruzado de Marcos; poco después el larguero les libró del balón bombeado por Kike. Al ratito, otra vez Marcos no acertó, esta vez en el mano a mano. Rondábamos el gol, pero no acababa de asomar el premio gordo.


En la segunda falta algo lejana de la que dispusimos, Vélez tomó la responsabilidad de ejecutarla. El balón despegó cual tomahawk tierra-aire y se estrelló en la red. Precioso y más que merecido gol para Javi, que ya lo había intentado con ahínco en partidos pretéritos, pero que aguardaba estrenarse con un tanto de solera ante un rival importante. Todos nos alegramos mucho por aquel apocado chaval que llegó hace apenas un año al grupo, y ahora es una pieza fundamental de Los Artistas.


Como decía la cancioncilla esa que sonaba no hace mucho, que no pare la fiesta; los aguerridos hombrecitos de rojo no se conformaban con el solitario tanto. Otra vez el dueto Marcos-Kike anduvo cerca de la diana; rozando uno la escuadra, y otro la cepa del palo, dejaron en el limbo aumentar un marcador cortísimo para los méritos que se estaban dando sobre el césped. César y un servidor comentábamos que, ójala no hubiese que lamentar tanta ocasión marrada, porque ellos ni atravesaban el centro del campo.


Al final, la archiconocida máxima esa de que, quien perdona en deporte lo acaba pagando, se acabaría por cumplir. Se habían rebasado con creces los primeros veinte minutos, y en su primera llegada, un providencial Lavado (qué gran encuentro hizo el el chico) llegó al cruce para sofocar el intento de rebelión. Pero se estaba mascando la tragedia; en dos rechaces, dos malditas jugadas aisladas, volteaban el resultado sin merecimiento alguno. El pobre Manu no tuvo culpa alguna en ninguno, bastante es que le echó un par de cataplines para ponerse bajo los palos... vamos a dejar en que el tema de los porteros durante esta semana se podría haber gestionado de una forma francamente mejorable.


El caso es que estábamos 2-1 abajo, y lo peor, en estado de shock porque nadie podía creerse que eso fuese así. Lo mejor era que llegase el descanso, aclarar ideas, olvidar lo sucedido e intentar revertir cuanto antes un resultado tan engañoso como por desgracia, real.


Menos mal que el re-inicio iba a traer buenas nuevas pronto. Recuperando un balón en el centro del campo y poniéndolo en largo para que Sergio lo prolongase, entre Kike y Gabriel enjaularon a uno de sus centrales que se despistó, queriendo sacarlo jugado por el centro, pero por allí apareció el ´11´ para hacer el empate. Gol de listo, de pillo de patio de colegio. Comenzaba un nuevo encuentro con más de media hora por delante


Esta segunda parte se convertía por momentos en un campo de minas. Nuestros chavales del centro del campo se multiplicaban para barrer y elaborar juego a partes iguales. Ya quisiéramos todos los ciudadanos que, los inquilinos de la Carrera de San Jerónimo, trabajasen la mitad de lo que lo hicieron los de rojo. Sobre el césped había mucha, pero que mucha emoción. Los locales seguían aplicando lo que hicieron durante los setenta minutos, que sonase la flauta, mientras que los nuestros seguían gozando de las oportunidades más claras.


Tanta insistencia tenía que fructificar. Marquitos volvió a currar en la zona ancha, puso una pelota en largo para Kike, y éste, de manera prodigiosa y sin ponerse una pizca nervioso, encaró a su guardameta, lo dribó y sorteó la llegada in extremis de un zaguero. Por menos sacan a Talavante por la puerta grande de Las Ventas o le dan el MVP a Lebron James, no digo más. Dedo índice señalando a alguien en la grada como recoge la preciosa instantánea de abajo.


El 2-3 se quedaba corto si comparamos méritos, pero al menos compensaba el mejor comportamiento futbolistico de los nuestros. Pudieron llegar más; aunque parezca mentira, el propio Kike tuvo otra que a punto estuvo de entrar...  o si el tiquismiquis del árbitro, que señalaba el más mínimo contacto, se hubiese atrevido a pitar penalty en un clarísimo agarrón delante de sus narices sobre Edu mientras que se lanzaba una falta sobre su área.


El comportamiento de los nuestros fue ejemplar. Basten los ejemplos de Sergio que se retiró lesionado en el soax al forzar persiguiendo una pelota, o el de Aarón, que luchó como un león durante el cuarto de hora que estuvo sobre el campo. De todos podría hablar, y de todos bien. Ahora toca descansar, hasta el 16 de diciembre no habrá más partidos oficiales. Dejamos a un lado los sobresaltos cardiacos, pero hay que seguir preparándose para encarar la segunda parte de esta primera vuelta, con la confianza de que hay mimbres para seguir fabricando el sueño de todos.



PD. Desde aquí agradecer a David el fisio que se acercase al campo para cuidar en especial de Manu y del resto de chavales. Como siempre, un tío grande como pocos. Y por supuesto a Gema, que felizmente, volvió a coger los bártulos de la cámara y nos dejó un buen puñado de fotos para el recuerdo.




lunes, 20 de noviembre de 2017

Liga 2017/18, jornada 6: Victoria entre emociones

Si la  semana pasada tuvimos un encuentro sencillo, me atrevería a decir que este que toca reseñar lo fue aún más. Y si buceamos en los seis disputados hasta ahora, quizá hay sido el más cómodo de todos. Está claro que estos compromisos no son los de nuestra Liga, tanto como que no podemos tropezar en ninguno de ellos,  y de hecho los chavales están solventándolos de forma clara. Ahora solo faltaría mejorar un poco el juego y todo sería perfecto. De momentos sumamos goleando, que no es poco. Y hubo muchos detalles positivos que luego desgranaremos.


Pese al las bajas, Vega, Pitu, Manu y Alonso por lesión y Gabriel por decisión técnica, se afrontaba el partido con garantías de sobra para añadir tres puntos más en lo que iba a ser la quinta victoria consecutiva. Estos fueron los protagonistas de la catarata en forma de tantos:


Con decir que nuestro rival getafense apenas atravesó una vez el centro del campo para "apurar" a Diego, queda en cierta forma resumido lo que fue el primer tiempo. Monólogo local absoluto. Sólo había que calibrar de qué modo jugaríamos y cuantos goles se iban a anotar. A lo primero, lo cierto es que no muy allá, y en cuanto a lo segundo, cayeron tres como bien pudieron ser el doble. El primero iba a nacer en una acción que inició Boliche, continuó por la diestra Kike y culminó con la zurda Jose; otro ladrillo para que vaya recuperando el nivel que todos esperamos de nuestro ´10´.


El dominio era absoluto. Las llegadas a su área eran constantes, aunque la elaboración no era la idónea. Era cuestión de tiempo que llegase el segundo; en un córner botado por Marcos, su defensa la pifió varias veces, y entre el de Fuensalida y un zaguero llevaron la pelota a la red. Llegaba a ser hasta abusivo el comparar el nivel de unos y otros, dicho siempre desde el respeto. Casi el único aliciente estaba en ver cuantos goles serían capaces de hacer Los Artistas. Javito, después de varios rechaces, empaló el tercero para alegría de su hermano Dani, que presenciaba el partido tras la valla, y aunque pronosticó tres de su chache al final tuvimos que conformarnos con ese, aunque valiese por el coraje que le pone siempre por un hat-trick.


Escasos sobresaltos podrían esperarse tras pasar por vestuarios. Aunque curiosamente lo íbamos a hacer ligeramente pues, nada más iniciarse el segundo periodo, los de rojo acertarían en su única llegada a las inmediaciones de nuestro portero, que poco tuvo que hacer ante un despiste de la zaga y un golpeo algo ortodoxo que acabó en el solitario gol getafense. En cualquier caso, nada por lo que alarmarse.


Pero este segundo acto no iban a protagonizalo el resto de tantos que acabaron completando la goleda, sino que el terreno de las emociones y los gestos de esos que no se olvidan, iban a apoderarse de la escena sobre el verde. Ahora vamos con ello. Antes de ellos, Sergio consiguió su particular doblete; el cuarto fue en una jugada que empezó Aitor-Centella y que nuestro delantero culminó tras un disparo del rubio que desvió como pudo su guardameta. Y el quinto, obra también de Pérez, se produjo en la mejor acción combinativa que arrancó en Kike, continuó Marquitos y remachó el ´15´. Un gol muy bonito.


La brillante jugada se quedó en nada con lo que estaba por llegar. Edu conseguiría marcar un gol semi-olímpico, pues el defensa situado en el primer palo ayudó y mucho a que el sexto subiese al casillero. Lo emotivo vino segundos después... el chaval se recorrió medio campo como una flecha para dedicarle el gol a Alonso, con el que se fundió en un abrazo. El benjamín de todos ha pasado por una operación esta semana y la mejor medicina de todas seguro que es el cariño que recibió del corazón de uno de sus compañeros en particular en ese momento, y el de todos al finalizar el partido. Simplemente precioso.


Pero ahí no acabaron las emociones. Sobrepasado el minuto cincuenta, Ale comenzó a correterar por la banda. Calentaba para saltar a un terreno de juego después de mucho tiempo. Con el 25 a la espalda por fin volvía a pisar el césped. Fue apenas un cuarto de hora el que pudo disputar, pocos los balones los que pasaron por él, pero sin duda, sentirse de nuevo futbolista, como decía el slogan del anuncio aquel, no tiene precio. Me alegro y mucho que el rebautizado Luengo por alguno de sus compañeros, vuelva a sentir lo que nunca dejó de ser. Estoy seguro que va a ser de gran ayuda para el equipo contar con este fenómeno.


Aparcando los sentimientos a un lado, acabaremos esta crónica con los dos últimos goles conseguidos; el séptimo sí fue un gol sin ambages de Alejandro, que aprovechó la asistencia de Edu para hacer el séptimo. Y el octavo y definitivo fue del dorsal '24' que exprimió al máximo sus minutos para ponerle su rúbrica al dueto de goles individuales con un chirlazo por la escuadra.


La semana que viene seguro que no va a ser tan fácil. El derby vecinal augura pique sano por la rivalidad. Me consta que muchos de los nuestros lo tienen marcado en rojo y que no vamos a fallar. Jugando como sabemos, los tres puntos vitales en juego se teñirán de rojo, porque jugamos fuera, pero que nadie dude que esta Liga será azul, el del infantil 'A'  del Móstoles. C.F.


domingo, 12 de noviembre de 2017

Liga 2017/18, jornada 5: Sin pisar el acelerador

No hubo necesidad de hacer el mejor partido. De hecho, no fue demasiado bueno a mi juicio, pero sí más que suficiente para endosar al rival de la quinta jornada una goleada que refleja la ascensión casi imparable desde el tropezón de la primera fecha. Seis goles que se quedaron hasta cortos, pues si se hubiesen necesitado hacer más, no me cabe duda que se habrían conseguido. Cuarta victoria consecutiva, seguimos aspirando a todo.


Hasta Valdemoro hubo que desplazarse para asistir a un nuevo capítulo de Los Artistas. Ataviados de rojo, por similitud de colores, la luminosa mañana otoñal invitaba a jugar al fútbol. Todo era casi idílico, pero fue ver el campo y era para echarse a llorar. Una pequeña ratonera, no tanto estrecha sino corta, con un césped casi tan malo como el nuestro... pero había que jugar, y ganar. Los que muestra el gráfico de abajo se disponían a hacerlo


Algunos ya tuvimos la oportunidad de ver a nuestro rival la semana pasada, y hombre, sin faltar al respeto y esas cosas que se suelen decir, no daban la sensación de que pudieran poner en muchos aprietos a los nuestros. Bastaron sólo tres minutos para que Kike abriese la lata; en una de sus típicas acciones por banda, esta vez permutando ala con Marcos, hacía el 0-1. Se preveía plácido. Pero lo que no esperábamos es que fuese hasta aburrido. Como no presionábamos su salida de balón, ni siquiera en tres cuartos de cancha, ellos jugaban un poco a placer, eso sí, hasta la mitad de campo, porque de ahí no pasaban.


Se tuvieron un par de claras ocasiones para aumentar la renta, en especial una de Kike, pero no fue hasta casi el minuto veinte cuando se lograría el segundo; el germen fue una arrancada racial a las que nos va acostumbrando Vélez, que sirvió al espacio a nuestro ´11´y éste a su vez a su socio y amigo Sergio que no tuvo más que empujarla a la red. Lo que el Dios Futbol le negó hace apenas una semana, ahora se lo devolvía con merecimiento.


Lo bueno era el resultado. Porque el juego no aparecía por ningún lado. Sólo balonazos en largo, poca elaboración, nula presión. Si los de celeste hacían una cosa bien era tirar el fuera de juego, y nos cazaron una y otra vez. Así que, hasta el descanso, pese a que no pasamos apuro alguno, fue un pequeño infierno futbolístico en la tierra, casi tanto como ver a Benzemá arrastrándose por los campos.


El paso por vestuarios cambió un poco la táctica. Ahora se apostaba por no dejarles salir tan cómodamente jugando desde atrás. Pero con algunos jugadores algo cansados ya, el achique no se hacía coordinadamente. Fueron nuestros minutos más flojos, porque a esto se le juntaron un par de pérdidas que pudieron ocasionar algún disgusto. De repente comprobamos que Manu estaba en la portería, y aunque no tuvo que realizar grandes intervenciones, ahora sí que debía estar atento a esféricos colgados que antes brillaban por su ausencia. Precisamente, tras uno de ellos nació nuestro tercer gol; saque en largo que pilla algo adelantada a su zaga, Kike que la caza en la izquierda, su golpeo se topa con la base del palo y por allí aparece muy atento Sergio para enviarla a la red. Antes del partido le dije que iba a meter dos... se cumplió la profecía de este Nostradamus de todo a 100.


Ahora sí que estaba cerrado el partido. Empezaban los cambios. Mientras, Marcos se llevaba las manos a la cabeza lamentándose, pues tuvo en su bota derecha el cuarto. El encuentro se volvía un tanto caótico y observábamos la primera intervención de mérito de nuestro guardameta, a lo que hubo que sumar otra acción en la que, entre él y Gabriel salvaron su tanto de la honra, ese que nunca llegó. Lo que sí apareció fue el torbellino de Aitor, que revolucionó y dio aire fresco al ataque. De una de sus carreras nacería el cuarto, obra de Kike, al que el rubio regaló generosamente. Qué gusto volver a ver las cabalgadas del pequeñajo por la banda.


Al que también le vino bien el golito fue a Jose. El ´10´ no está atravesando su mejor momento, por eso seguro que recuperar sensaciones será sinónimo de confiar en sus posibilidades. Justo antes de ser sustituido aprovechó otra internada de Aitor por la diestra para poner lejos del alcance del portero el quinto de la mañana. Necesitamos a máximo nivel la zurda de Pepito, como lo llama el iletrado colchonero de su tío.


Ya para redondear la media docena, cuando el reloj tocaba a su fin, una bola que lucharon como jabatos Edu y Javi, facilitó el zambombazo de Jhork a las mallas. Es de elogiar el pundonor que le echa el chaval cada vez que salta al campo, además de llevar un envidiable ratio de goles marcados por minutos jugados.


Antes de echar el telón a esta crónica, me gustaría destacar la presencia en el partido de Pitu, Lavado y Alonso. Unos por lesión y otros por decisión del míster, no entraron en la convocatoria, pero no dudaron en acercarse hasta el desplazamiento más lejano de esta temporada para estar al lado de sus compañeros, y que éstos notasen su aliento. Que a nadie se le olvide que la clave de este grupo debe ser la piña, y que los 21 piñones que la forman son todos importantes, cada uno de ellos a su manera. Juntos somos más fuertes ¡Vamos equipo!



PD. Detallazo de Edu padre y Edu hijo que trajeron una caja enorme de croissants al finalizar el partido. Los chavales los devoraron tras el esfuerzo, estaban muy buenos... doy fe