domingo, 21 de enero de 2018

Liga 2017/18, jornada 10: Misión cumplida

Dudo que los protagonistas de este blog hayan oído hablar alguna vez de Maguregui. Quizá algún padre o madre tampoco; pero los que somos futboleros nos acordamos que este entrenador de la década de los ochenta, puso de moda la relación estrecha entre su apellido y un autobús. Basicamente, el colista del grupo quiso homenajear a este hombre, basando su forma de juego en plantar su defensa en el área grande, cual vehículo de grandes dimensiones, para no encajar un tanto. No les valió de nada. Cuatro se llevaron. Y si es triste enseñar así a jugar a los chavales, más lo es que su técnico pretendiese ganar el partido argumentando no sé qué bobada de un cambio mal hecho por nuestra parte. En fin. Que ganamos más que merecidamente en una ratonera.


El día se había despertado más fresco si lo comparamos con los anteriores; a cambio, el viaje era corto. A un centenar de metros estaban los Iker donde íbamos a disputar un encuentro en un campo que se parecía más a una caja de cerillas que a otra cosa. No se podía fallar, pese a que había notables bajas. Los 16 que estuvieron sobre el césped, iban a hacer un partido práctico. Aquí sólo importaban los tres puntos.


No podía empezar mejor la cosa. No se habían consumido ni tres minutos cuando una internada por la zurda de Aitor, iba a propiciar que Vega empalase desde la frontal un esférico que se convertiría en el 0-1. Aprovecho para decir que Dani está creciendo cada vez más en su labor en el centro del campo, y eso el equipo lo celebra. Otra de las buenas noticias fue la vuelta de Alonso a los terrenos de juego; por las circustancias de lesiones, el chaval tuvo que ponerse de central, y aunque no estuvo muy exigido, lo hizo a las mil maravillas sufriendo las acometidas de su marrullero delantero, codazo iba y venía.


Pero volvamos al partido. La temprana ventaja parecía que iba a facilitarnos algo la labor de creación y llegada. Nada más lejos de la realidad. Su rudimentario planteamiento no varió un ápice; nos costaba mucho elaborar, y más incluso intimidar con disparos a su portero. El partido era de una sóla dirección, pero el crono avanzaba inexorablemente sin noticias del segundo gol, que tanta tranquilidad nos habría otorgado.


Las mejores ocasiones estuvieron primero en uno de los pocos pases que se pudieron filtrar en su poblada zaga (hasta ocho defensas llegaban a acumular) pero que Pitu no consiguió llevar a la red, pues su chut careció de la fuerza deseada; ya casi tocando a las puertas del descanso, dos saques de esquina a punto estuvieron de ampliar el marcador, pero el primero lo sacaron bajo palos, y el segundo tuvo la acertada respuesta del portero a testarazo de Vega.


En definitiva, se cerraba un primer tiempo con una pírrica ventaja para los méritos hechos. Pudo haber variado a mejor si el colegiado-Velvet, como así le bautizó el sr. Vélez, hubiese pitado un penalty por un derribo sobre Aarón en una internada por la diestra, pero el maniquí vestido de negro, representa el paupérrimo nivel de trencillas que arbitran en estas categorías. No había que dormirse en los laureles en los siguientes treinta y cinco minutos. Por cierto, a falta de los chascarrillos de JuanMourinho, de concierto en Elche, la sonrisa nos la despertó a todos Edu padre, corriendo cual recogepelotas a por un balón que se perdía cuesta abajo. Gema lo inmortalizó con su cámara como podéis ver al final de esta crónica.


Salieron enchufados los de azul. A los pocos minutos de la reanudación por fin saldría la jugada de córner; Edu la puso templadita en el borde del área pequeña, y ahí apareció la imponente figura de Vega que hacía el segundo de cabeza. Por fin se aclaraba el panorama, aunque nuestro rival no se apearía del burro en ningún momento. De poco les iba a valer.


En un lapso de tiempo inferior a diez minutos, haríamos el tercer y cuarto gol. El primero de éstos se lo fabricó Marcos con una escapada por la banda diestra mezcla de fuerza y habilidad, una jugada que finalizó en boca de gol un recién incorporado Sergio, aprovechando sus minutos a las mil maravillas. Y el último que conseguiríamos fue obra de Jhork, que anduvo listo para batir de tiro cruzado al portero tras un rechace. Nuestros delanteros funcionaban pese a la nutrida defensa.


Poco más se podría ver ya destable. Incidir en lo malos que son los arbitrajes es algo a reseñar. Hubo una acción en la que Sergio se anticipó con coraje a una pelota, y se llevó tal patada dentro del área que no sólo se vio sino que se escuchó nitidamente... pues ni pena máxima ni parar el juego pese a estar tendido sobre el césped. Un horror el jovenzuelo. Para acabar con lo meramente futbolístico, se volvió a dejar la portería a cero algo siempre a destacar, y en parte también a que Boliche sacó bajo palos su único remate entre los tres palos a la salida de un córner.


Solventados con éxito estos dos compromisos relativamente asequibles, ahora toca medir la verdadera capacidad de los nuestros. Y slo se puede conseguir de una forma: Siendo un equipo de verdad, apoyando al compañero en las buenas y en las malas, alzando la voz únicamente para animar, siendo respetuoso en cada entrenamiento y muriendo sobre el césped por quien porta tu misma camiseta, se podrá alcanzar el objetivo. Insisto, siendo lo que habéis sido siempre, un E-QUI-PO. No lo olvidéis nunca.


martes, 16 de enero de 2018

Liga 2017/18, jornada 9: Un paseo con forma de goles

Si dicen que el fútbol es un estado de ánimo, qué mejor manera de recuperar sensaciones empezando el año con una goleada. Está claro que el rival era flojo, mucho, y que en ningún momento puede medir la capacidad competitiva de los nuestros, pero no lo enfoquemos por el lado menos positivo. 14 tantos, que se quedaron hasta cortos, siempre deben ser bien recibidos.


Hacía frío, aunque no tanto como podíamos esperar. Y nos respetó la lluvia, que según cayó luego, fue de agradecer. Sin ninguna confianza, después del tropezón de final de año, dieciséis Artistas iban a la caza de tres puntos para seguir la estela de los líderes:


Tras un respetuoso minuto de silencio por la muerte del padre de Domingo, el director deportivo del club, empezaba un partido en la que, a los veinti pocos segundos a punto estuvo de ver el primer gol; Kike marró el mano a mano con el portero, pero es una temeridad concederle dos seguidas a nuestro killer. Una falta por cesión a renglón seguido, iba a suponer que el del tupé rubio anotase de cabeza a pase de Edu. Se había abierto la espita. E iba a ser un festín.


A los cuatro caería el segundo. Saliendo desde atrás, Dani filtraba a Marcos que solventaba con gran tranquilidad. El propio Marquitos iba a repetir tras aprovechar un rechace tras un saque de esquina. Y justo alcanzando el minuto diez, el del siete a la espalda asistía a un Edu que aparecía en el área pequeña para empujarla.


Con el 4-0 y viendo lo que se veía sobre el maltrecho césped, estaba claro que el partido estaba más que finiquitado. El míster cambiaba a Vélez, preservándolo por unas pequeñas molestias, y saltaba a escena Pitu. Fue lo que se llama salir y besar el santo; la primera que tocó el chaval fue para adentro. Cumplía así la promesa que me hizo en el anterior choque y sólo se demoró un poco. Una alegría para un chico al que este inicio las lesiones han sido sus malditas compañeras. La catarata no iba a frenarse. El sexto vino con una triangulación preciosa y precisa entre Kike, Marcos y Edu que finalizó este último. Los de arriba se estaban hinchando.


Kike empalaba el séptimo, Marcos driblando al portero conseguía el octavo, y mientras tanto el banquillo se movía dando entrada a los que impacientemente allí aguardaban su momento. Hasta Gabriel iba a conseguir su golito, apareciendo más como un extremo que como un lateral, se sacaba un zapatazo desde la frontal para ponerle su firma al noveno. La decena iba a ser cosa de Edu otra vez, que aprovechaba una jugada individual de Boliche que también se sumaba alegremente al ataque. Y ya con el silbatazo del árbitro a las puertas, Aitor en el segundo palo ponía el undécimo de una escandalosa goleada.


Como suele ser habitual en este tipo de partidos, con todo resuelto, las segundas partes suelen pegar un buen bajón. No iba a ser esta la excepción. Ellos salieron algo más sueltos, y hasta tuvieron un par de acercamientos ante un inmaculado Diego. Jugando con defensa de tres, Vega se las apañaba para ayudar a los de atrás, robar balones en la medular y hasta llegar a área contraria. El sería encagado de rubricar la docena, en un chut lejano que se le escapó como el agua entre los dedos a su guardameta.


Sobraban ya los minutos, que se hacían hasta tediosos. Varios de nuestros jugadores afrontaban posiciones no habituales, y entre eso y el abultado resultado, poco lucimiento suponía sobre el verde. Aun con todo, nos dio para ver un doblete de Sergio, el primero gracias al titánico esfuerzo de Javi que rebañó un balón para dárselo en bandeja a nuestro delantero reconvertido en centrocampista, y el decimo cuarto y último tras un córner ejecutado por Edu.


La semana que viene toca enfrentamiento con el colista en los Iker Casillas. No puede haber relajación aunque no debe suponer un gran escollo para llevarnos los tres puntos, en la víspera de gran choque ante el Santa Bárbara.