Otra semana de lluvias, un infame campo lleno de charcos, y bajas de toda índole, pero con dieciséis voluntariosos guerreros dispuestos a ganar tres nuevos puntos. Cita ante un equipo que iba a resultar mucho más correoso de lo que lo fue en la ida:
La verdad es que era realmente difícil poder jugar en un césped como el que tenían que pisar los chavales. Hasta mantener la verticalidad se hacía harto complicado; ni que decir tiene que era imposible saber cuando el balón iba a rodar más de lo esperado, o se iba a quedar clavado cual chincheta sobre una mini balsa de agua. Con esta premisa, daba comienzo, algo antes de lo previsto, un encuentro atípico, que sobre el papel podría beneficiar a quien menos calidad tenía, como así resultó ser en los primeros compases.
Entre aturdidos por el líquido elemento que caía a rachas, y la salida algo sorprendente de un rival que no esperábamos, los cinco primeros minutos se hicieron raros. Hasta de tres córners dispusieron, pero ese sorpresivo arranque iba a ser difuminado con el primer saque de esquina del que dispusimos. Jhork, que por fin debutaba como titular, la ponía al corazón del área, Kike la llegaba a tocar, y Dani se encargaba de alojarla en la red de un voleón.
El 1-0 atemperó los nervios y el tibio inicio. La primera mitad sería casi completamente azul. Eso sí, sin grandes ocasiones de gol. Salvo un chut cruzado de Kike que se marcharía cerca del poste, y otra ocasión de nuestro ´11´ al borde del descanso, a la que respondió con una muy buena parada su guardameta, pocas llegadas al área bermeja se producían. En la nuestra, salvo algún balón largo al cual respondió un segurísimo Manu, poco peligro llegó. Así que se cerraban unos primeros treinta y cinco minutos en lo que todo, debido al estrecho marcador, estaba por decidirse.
Había que intentar conseguir cuanto antes el segundo; ese tanto que aumentase la brecha y que pusiera algo de calma ante una desgraciada jugada atrás que nos complicase el partido. Se salió con la misma convicción que minutos antes, de lograr el ansiado gol, pero entre lo impracticable del césped y lo correoso de los visitantes, no acabábamos de conseguir ese golito
Se empezaban a producir las primeras sustituciones. La que abrió la veda resultó providencial para nuestros intereses, letal para ellos. Apenas llevaba unos minutos sobre el centro acuático, cuando Marquitos sacó a relucir su clase, y tras zafarse de un par de defensas, la clavó desde la frontal donde los clásicos dicen que duermen las arañas. Golazo del ´7´. Se preveía que de aquí en adelante todo saldría rodado.
Y todo hubiese sido más fácil si de nuevo la puntería nos hubiese acompañado. Por lo que sea, no estamos ultimamente atinados de cara a gol, aunque sí generamos ocasiones. Todavía había una rendija a la que ellos se agarraban intentando conseguir estrechar el margen. En un pase largo al hueco de Gabriel, Isma no logró superar del todo al guardameta, pues éste tocó la pelota que acabó muerta casi en la la línea de portería y luego Javito no llegó por centímetros.
Restaban algo más de diez minutos e Isma de nuevo tuvo la sentencia en su botas, pero en el mano a mano no definió como nos hubiera gustado a todos y seguía dejando vivo el choque. Las sustituciones se sudecían; en nuestras filas había alguna de ellas, vamos a dejarlo en sorprendente, por la ubicación a la que se veía expuesto algú chico que jamas había jugado en esa posición. Y a todo esto, a falta de unos siete u ocho minutos, Alberto sacaba algo la mano dentro del área para evitar la internada de un rival... y penalty. A sufrir puesto que Manu no pudo hacer nada por detenerlo.
Se hiceron largos los últimos compases. Su voluntariedad hizo temer que en cualquier acción pudiese llegar la igualada, y más con el campo hecho unos verdaderos zorros, en el que cualquier mal bote, resbalón o acción desgraciada nos pudiese pasar factura. Las dos últimas del encuentro fueron sendos saques de esquina que nos hicieron temer lo peor, pero entre la zaga y nuestro bravo portero, pusieron a buen recaudo la victoria.
En apenas unos días, con más previsión de agua, otro viajecito hasta Getafe. No parece ser el compromiso más complicado que nos resta, pero con el ejemplo que hemos tenido ya con algunos equipos, que cambian bastante de una vuelta a otra, no podemos fiarnos un pelo. Concentración, ganas, y a seguir sumando de tres en tres hasta el final.